Qué fácil nos puede resultar hacernos menos frente a un problema, pensar que no tenemos la capacidad de resolverlo o simplemente sentirnos sobrepasados por lo que vivimos. Tendemos a enfocarnos en las cosas que no podemos hacer y pensar en lo que puede salir mal. De pronto vemos a otras personas haciendo cosas maravillosas y llegamos a pensar “por qué no puedo ser como él??”.
Vemos a otras personas que brillan con sus talentos y quisiéramos tenerlos también, pero en este momento nos perdemos de lo que es realmente importante… el punto es que tú también puedes ser como ellos. No me refiero a que seas exactamente esa persona o que tengas exactamente los mismos talentos, sino que tú también naciste para brillar, pero a tu manera.

Imagen por Kyle Cottrell en Unsplash
Mientras nos comparamos con otros cerramos nuestras posibilidades, nos estamos limitando y perdemos la perspectiva. Al querer ser como o hacer las cosas como otras personas estamos condicionándonos a ser algo que no somos. Me parece que es bueno voltear a ver a otras personas para aprender de ellas y para inspirarnos, sin embargo es importante reconocer que todos somos distintos y necesitamos cosas distintas.
Tienes tu propia forma de hacer las cosas y mientras sigas tratando de hacer lo que hacen otros probablemente sigas frustrándote y sintiendo que no puedes.
Sé que hay magia en tu interior y que hay una enorme luz en ti que quiere salir, de hecho eres mucho más grande de lo que crees. El problema es que no crees lo suficiente en ti y esto es lo que más te limita. Tu cuerpo no es tu verdadera limitación, sino tu mentalidad. El cuerpo tiene la capacidad de desarrollarse de maneras impresionantes, pero para esto necesitamos una mentalidad fuerte y flexible que pueda llevarnos hacia allá. Una mentalidad que no nos aplaste, sino que nos despierte continuamente a nuestro potencial.
“Sé que hay magia en tu interior y que hay una enorme luz en ti que quiere salir, de hecho eres mucho más grande de lo que crees.”
Antes de venir a esta Tierra, mientras “planeabas” tu vida, elegiste exactamente la combinación de aspectos que necesitaba tu personalidad para venir. La vida (Dios, el universo, etc) te equipó con talentos, capacidades, intereses y deseos únicos que están ahí para llevarte por el camino. Mientras sigas volteando a otras personas para compararte y tratar de ser como ellos, seguirás alejándote de ti mismo. No quiere decir que no veas a otros, sino que cambies la manera en que los ves y, especialmente, la manera en que te ves a ti mismo.
Hay cosas que resultan completamente naturales para ti, tanto que hay veces que piensas que todo el mundo puede hacerlas. Tus talentos pueden estar tan impregnados en ti que los haces menos. Puedes ver a otras personas brillando de muchas formas distintas, así mismo podrás brillar tú a tu manera.
Obsérvate en el día a día, reconoce las cosas que resultan naturales para ti y que hacen que otras personas se sorprendan. A veces las personas te muestran su sorpresa y te haces menos porque no te cuesta trabajo hacerlo.
Detrás de esto yacen nuestras creencias y éstas le dan forma a lo que vemos. Hay muchos de nosotros que tenemos la creencia de que el trabajo tiene que costarnos mucho esfuerzo y que para tener éxito necesitamos trabajar duro.
Lo que creemos creamos y puede ser justo el sistema de creencias que tenemos lo que haga que no podamos abrazar nuestros talentos porque no nos cuesta “trabajo”.
Sin importar los talentos que tengamos, siempre hay una manera de llevarlos más allá y ponerlos al servicio de otras personas. Siempre habrá forma de hacer que tomen mayor relevancia en nuestra vida y en la vida de otras personas.
Si sientes que no eres suficiente o que no tienes la capacidad de brillar es porque no te has logrado ver como la vida (Dios) te ve, porque no alcanzas a ver todo lo que hay en ti.

Imagen por Bobby Johnson en Unsplash
Hay momentos en que necesitamos abrir los ojos y vernos desde otro lugar, reconocernos por la grandeza que hay en nosotros. No se trata de llegar a sentirnos por encima de otros, sino de dejar de menospreciarnos para liberar nuestra magia y dejar salir todo el potencial que hay en nuestro interior.
No estamos ayudando a nadie al hacernos menos, simplemente estamos perdiéndonos de todo lo que podemos hacer y al mismo tiempo estamos limitando a otros de recibir lo que sea que podemos ofrecer. Eres mucho más grande de lo que crees, lo único que te separa de tu grandeza eres tú mismo. Tu historia, creencias, expectativas y cultura, entre otras cosas, no te permiten verte con claridad.
Hay veces en que necesitamos aprender a desaprender para quitarnos los velos que limitan nuestra visión. Olvidarnos de quien se supone que tenemos que ser podría resultar la mejor manera de convertirnos en quien realmente somos.
“Olvidarnos de quien se supone que tenemos que ser podría resultar la mejor manera de convertirnos en quien realmente somos.”
Artículo escrito por José Carlos Martínez, fundador de Norte Verdadero.

Conoce más de José Carlos y Norte Verdadero
Si nos acabas de conocer date la oportunidad de ir a conocer más sobre nosotros y nuestra historia. Lee sobre nuestra filosofía y la visión de José Carlos para ver si resuena contigo.
Recent Comments